*
Posaba serena
en la buhardilla ebria de sol,
con su vestido suave
que descubría un hombro a contraluz...
Cruzaban miradas
que se perdían en el temor
a simplemente ser...
y atravesar los límites del otro.
Él desbastaba el mármol
como si fuese arcilla
y ella...
el aire del amor en el asombro.
Las horas transcurrían
y el tiempo se fugaba...
un pálpito sublime en el intento.
Eternidad en cruce de energías,
renacimiento a golpe de cincel.
La musa se hace carne
y el creador es sueño...
Ensoñación que llama a la ensoñación del mundo.
Ana Muela Sopeña
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