*
La sombra de tus ojos inquietantes
me llevó por senderos imposibles
hacia tierras de humo.
Pretendí comprender lo irracional
de tus palabras ebrias de lo oscuro,
en callejones grises y despóticos.
Y no logré sentir que te captaba
en laberintos sucios, con escombros
de tu historia vivida hecha jirones.
Preparé el equipaje con el agua
de la nostalgia incierta de tu océano...
Una llave de bruma en el silencio
permite que mi caja de Pandora
libere ya a los pájaros
que esperan el momento de emigrar.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Ana, en el poema plasmas certeramente la fina capa que nos separa a veces de lo que más queremos y cómo el recuerdo de lo amado puede ser engañoso. Me gusta mucho cómo escribes. Un besito.
Rosalía
Gracias, Rosalía. Es un placer verte por mi blog de nuevo.
Un besito, amiga poeta
Ana
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