*
A veces la tristeza en su guarida
se introduce en el hueco más profundo
y el frío en el crepúsculo me asombra,
usurpando miradas al silencio.
La búsqueda de un mito incandescente
se ampara en esas horas de promesas,
con un futuro suave de penumbra
y sueños atrapados en la luz.
El umbral de los ojos se apasiona
ante espejos arcanos y sonámbulos,
con animales libres y sin pánico.
El horizonte inmenso se contrae
con la belleza etérea y melancólica,
entre la ausencia vana, en lejanía.
Ana Muela Sopeña
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