lunes, 16 de junio de 2008

SUEÑO LÚCIDO

*
Me introduzco en la puerta de los sueños
y desde allí navego por un mundo
de galaxias prendidas de silencios,
umbrales subterráneos.
La Serpiente Magnética inicia su propósito.

Mientras mi cuerpo duerme entre las sábanas,
mi mente viaja lúcida.
Enlazador de Mundos, Lunar el desafío.

Atravieso colinas y valles escondidos
de la mano de un indio yanomami
que me muestra el abismo de la diosa.
Eléctrica la Mano en el servicio.

Esta Tierra se está muriendo a gritos.
Estrella Autoexistente, ¡ampárame!

Y sigo en vuelo etéreo
surcando las alturas con Shurak.
De pronto él me muestra un gran reloj,
incrustado en la roca.
Y una Luna Entonada da poder.

Descubro que no hay tiempo
que las horas y días están agonizando con el humo,
los mares de petróleo, los combustibles fósiles...
y un Perro me armoniza con su Ritmo.

El indio no me habla,
pero yo sí le escucho,
percibo en su mirada muchos ojos.
Un Mono Resonante juega y ríe.

Los ojos de los seres de otras tribus,
esquimales, watusis,
pigmeos y tuareg,
navajos y cherokees,
mapuches, maoríes...
Son ojos de la Tierra,
iris de Vía Láctea,
Alcione en las pupilas.
El Humano Galáctico resurge.

Medito entre fractales,
en ruta supersónica.
El tiempo es ahora.
La limpieza del mundo,
de la Tierra y la casa,
de los cuerpos y células,
los átomos, el alma.
Caminante del Cielo, a lo Solar te orientas.

Un torbellino inmenso de preguntas.
Planetario va el Mago en lo infinito.

Y Shurak no me habla.
El Águila Espectral cruza los cielos.

Él sólo ve el reloj,
incardinado en piedras.
Una piedra de oro
y otra piedra de ámbar.
Un Guerrero Cristal me inspira en lluvia.

Despierto con el ruido de la alarma de un coche
y veo que no hay tiempo,
tan sólo arena y agua.
La Tierra se hace Cósmica, el sueño se diluye.


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

Rosalia Linde dijo...

Fantástico poema. Tiene una magia que te atrapa de principio a fin. Me encantó. Un besito.

Rosalía

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Rosalía. Este poema tiene algunas claves del calendario Maya. Me agrada que te haya gustado.

Un abrazo agradecido
Ana