jueves, 17 de julio de 2008

DÉCIMA ESTACIÓN

*
Errática camino por desiertos
de bruma en las esferas de Selene,
con seres invisibles que me inspiran
en sueños encantados de los bosques.

Mi mano es ese cáliz de la estrella
que bebe de ese vino antiguo y mágico.

Tu mano es el gorrión ya renacido
que vuela hacia la nube de mi vértigo.

Un amigo en senderos impalpables
que conocí en la décima estación.

En signos sobre arena,
tu nombre late siempre bajo el agua.


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

Manuel dijo...

Palabras que embrujan, que velan el alma, que preñan los sueños de vida posible,
... que llegan a lo más profundo de mi corazón en versos que acarician.


Un beso,Ana.

Manuel

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias,Manuel, por dejarme tus palabras suaves en este poema tan importante para mí.

Un besito
Ana