*
Soy ésa que se muere por los pórticos
y la que baila en mundos de la sombra,
la que saluda al sol cada mañana,
la que vierte una lágrima de exilio.
También la que te cuida y que te abraza,
que habita en lupanares de la noche,
que busca entre mil nombres clandestinos,
que sueña con susurros de la especie.
Soy la mujer de viento y sin fronteras,
la virgen que persigue al unicornio,
la hetaïra perversa en el silencio.
Soy todos esos rostros de la historia
unidos en mi caja de cristal,
en mi memoria antigua, desde el génesis.
Ana Muela Sopeña
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
Eres magia dispersa y palpitante en palabra del saber a qué vinimos, que pronuncias en memoria desde el génesis.
Y yo, un ser afortunado que sueña en tu reflejo, el íntimo desnudo que dispensas.
Eres voz de poesía, sí.
Un beso,
Manuel
Gracias, Manuel, por regalarme tus palabras, siempre bien recibidas.
Un beso
Ana
Somos tantas caras como días, como historia, como adoquines tiene una calle antigua. Me ha encantado leer tu hermoso poema Ana.
Un abrazo!
Gracias, Elisa, por pasar por mi poema y brindarme tus palabras, amiga poeta.
Un besito
Ana
Este poema es muy bello, Ana, no solamente en la manera de expresarse que cada vez es más exquisita y certera, si no también en la manera de saberse como un cúmulo de personalidades conseguidas a lo largo de la história personal.
Coincido también en que cada uno de nosotros somos un diamante cuyas tayas se van multiplicando y enriqueciendo con el transcurir del tiempo.
Es lo que nos hace cada día más valiosos y más preciados.
Un beso, Ana.
Gracias, Víctor. He querido indicar en este poema cómo cada mujer es a la vez individual y colectiva. Yo me siento un ser autónomo, pero también conectado a tantas y tantas mujeres que han existido a lo largo de los siglos. Muchas reacciones y emociones son personales, otras pertenecen a los arquetipos del inconsciente colectivo.
Me encantó verte por aquí.
Un beso
Ana
Publicar un comentario