miércoles, 30 de julio de 2008

FIEBRE

*
Está mi cuerpo en fiebre delirando,
por tu piel adherida a las tormentas,
por tus iris de sabio conductor,
por tus ojos que cazan en la noche.

Está mi piel quemándose en tu fuego,
en rendición de años al placer,
con abismos fundidos en la nieve
de ultratumba sin pájaros de luz.

Están mis labios ávidos de ti,
semisueños sentados en la arena,
como lánguidas plumas en el aire.

Está mi pelo abierto a tu destino
en submundos de ánimas traviesas,
entre ninfas de edades casi púberes.


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

Rosalia Linde dijo...

Fiebre que deja palabras fervorosas y brillantes. Es un gusto leerte a esta hora, justo antes de irme a la cama. Un beso fuerte, amiga.

Rosalía

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Rosalía. Es un gustazo enorme saber que te ha gustado este poema.

Un beso fuerte, querida amiga
Ana