lunes, 25 de agosto de 2008

SALVAJE COMO LA NIEVE

*
He visto un lobo de piedra
sumido en la nostalgia.

Inscribo en su guarida la belleza
de caricias ausentes en la luz.

Cuando lo miro
me parece imposible estar cerca de él.

Es salvaje como la nieve en el silencio
y alegre como un mirlo.

No teme a la muerte.

He visto un lobo de bruma
atado a la emoción del mundo.

Tengo una amistad con ese lobo
que me lame las manos
desde el alba hasta el anochecer.

Cuando hablo con el lobo
estoy creando
desde el origen.

Vuelvo a recuperar
el sentimiento de asombro.


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

Virgen María dijo...

Generalmente convivimos con lobos y podemos llegar a ser uno de ellos o convivir sin ser sus presas.

Esto es solo metáfora.

He disfrutado de este poema.

Un abrazo Ana.

María

Ana Muela Sopeña dijo...

Me encantan los lobos esteparios, María. A veces logro hacerme amiga de alguno.

Un abrazo grande

Ana