*
A veces se dormía
sumido en pensamientos de suicidio,
caminaba sin rumbo por la vida,
entre árboles velados y entre nubes
y la velocidad era su aliada.
A la deriva siempre,
entre el sueño del mundo y el delirio.
Su alma perseguía
el abismo del aire y su nostalgia.
Su ser vivía en varios edificios:
un edificio era como el sol,
anudado a la luz y a las auroras,
otro edificio estaba en suave sombra
trenzado con la luna y los crepúsculos.
Su mirada perdida se encontró con la mía.
Entonces ya no pudo sustraerse
al placer de ser uno con mi aliento...
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
A veces se dormía recitando tu nombre ante el espejo, para volver enseguida a escuchar tu canto.
Entonces ya no pudo sustraerse al placer de ser uno con tu aliento...
Estás megainspirada, Ana, y megameiga.
Un beso que camina sin rumbo por la vida
Manuel
Tus palabras retumban en mi mente y yo las escribo al dictado.
Así, el rumbo puede ser reflejado en tu espejo.
Un abrazo de meiga estelar
Ana
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