*
Y renace la carne en la sustancia
que ata a la memoria,
ardiendo en su reflejo de tinieblas
los ecos aún calientes del deseo.
Manuel Martínez Barcia
Renazco en el delirio de la noche
cuando me sueñas como antídoto del monstruo.
Aparezco de nuevo en tu conciencia,
para servir contra el veneno de la vida
envuelta en la memoria del subsueño
que escapa de lo oscuro y la perfidia.
La isla donde mora tu alma apátrida
me lleva de paseo por el éter.
Allí procuro estar en tu presencia
y hablamos con los dioses escondidos.
Comunican sus claves algo crípticas
y pronto volarás a otros entornos
donde la luz del aire sea diáfana.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Agradezco tu cita en el renaciente delirio de la noche, Ana.
Traspasas el umbral de la conciencia en tus versos de esperanza hacia mundos de ensueño y existencia.
Quizá en los argumentos del delirio resida el sueño que invite a las luces de la noche a los días de cordura.
Un beso grande.
Manuel
Tu delirio y mi delirio tiene un espacio común en los territorios del sueño.
Me encanta verte entre mis versos, Manuel.
Un besito muy fuerte
Ana
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