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Aunque jamás volviéramos a vernos
te amaré en las entrañas de la Tierra
que busca el agua en el temblor del mundo.
Aunque ya no pudiera
leer tus palabras en calima
desearé ser tu crisálida del aire.
Aunque te diluyas
en el tiempo sin tiempo
te adoraré sin condiciones,
en el reino del éter.
Hagas lo que hagas,
seré incondicional de tu existencia
y brindaré porque consigas ser feliz.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Incondicional, generoso y eterno amor sublime...
Un abrazo.
Gracias, Rafael, por pasar por mi poema y brindarme tus palabras.
Un abrazo grande
Ana
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