jueves, 30 de octubre de 2008

CROMOSOMA Y

*
Porque también hay niño
en el vientre del hombre,
pero no es un embrión
tan sólo es un ser áureo
que lucha por dejar en el olvido
la sombra de la especie.

Un largo caminar
a través de los siglos
por lugares inhóspitos y estrechos,
de miedos y de mundos
atávicos con agua en los relojes.

Una grieta en la herida del genoma,
acusado de amar o de sentir,
impulsado tan sólo a depredar.

Y de pronto, la luz
entre espacios velados de misterios
del Cromosoma Y
que nunca se ha cruzado en lo biológico...,
pero puede cruzarse en lo mental
con el genoma interno de una hembra
y devenir exacto,
como espejo del Yo.

Entonces,
en el tiempo del adn oculto
un reflejo divino podría perfilarse,
con la cartografía de Neptuno.


Ana Muela Sopeña

4 comentarios:

Idea Q. dijo...

Wow... Enorme la verdad...
Que gran expresión y viaje por la biología/psicología/cultura de género...
Gracias :)

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Idea q. Me ha encantado que te guste.

Un beso
Ana

Manuel dijo...

A las raíces componentes de tu ser, añades el genoma de la luz, y el flujo interior que une el nacimiento al misterio del agua en su infancia nonnata.

Y eres creación en el espejo del Yo, que todo lo penetra, maternal y paternal, como sombra de la especie en su materia delicada.


Eres mayusculamente genial, Ana.

Un beso Y.

Manuel

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Manuel, por acompañarme con tu lectura. Me gusta mucho que visites de nuevo mi blog. Lo tenías un poco olvidado.

Un beso X
Ana