miércoles, 29 de octubre de 2008

NIÑO DE LA LUNA

*
Un animal amado me sorprende
entre sombras teñidas de nostalgia
y espacios consagrados a la niebla
con luz azul de mares misteriosos.

El vértigo del agua me subyuga...

Apátrida sentido entre los números
sin soledad del aire,
al encuentro de un mundo primigenio.

La belleza del orbe me seduce
con la amistad de un niño de la luna
que juega con mi pelo en la distancia.

El azar es un campo vibratorio
en sincronicidad con la galaxia
que espera de mi enigma la respuesta.


Ana Muela Sopeña

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