*
A veces nos dormimos
en una soledad cercana al hielo
y allí no vemos nada,
tan sólo bruma densa.
Un día alguien nos hace una señal
y sentimos la euforia del contacto,
disolvemos la niebla en otros ojos.
Las sombras se disipan,
de pronto todo es luz
y el mundo se restaura en la alegría.
Ana Muela Sopeña
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario