lunes, 24 de noviembre de 2008

LAPISLÁZULI

*
Desciendo hacia una cámara de agua
con lapislázuli disuelto en la piscina.

Me adentro suavemente.
Sin lastre, sin recuerdos, sin pasado.

El azul me disuelve en el azul,
mis células se llenan de otro tiempo,
una ruta hacia espacios más amables.

Respiro sin temor,
sin prisa me sumerjo entre las horas
adheridas al mundo del ángel de la paz.

Mi piel se hace más dúctil,
la frecuencia de luz de lapislázuli
me permite sentir ritmos antiguos,
cercanos a un edén casi ancestral.

Mis ojos se renuevan.

El agua me hace azul,
azul con los relojes del crepúsculo,
azul entre minutos y segundos
que se doblan sin límite en el éter...


Ana Muela Sopeña

4 comentarios:

Constanza Cofré Berger dijo...

Paz me inunda en estos versos que me parecen tan místicos, me ha gustado mucho, fue un viaje bastante azul.


Cuídate mucho,
un beso.

Marian Raméntol dijo...

Azul la sonrisa y el tacto, azul las huellas, mineral siempre mineral.

Un abrazo
MArian

Ana Muela Sopeña dijo...

Constanza, me alegra verte entre estos versos meditativos.

Un abrazo azul
Ana

Ana Muela Sopeña dijo...

Marian, tu paso por mi blog siempre es gratificante para mí.

Un besito, amiga poeta
Ana