lunes, 12 de enero de 2009

PÁJAROS ONÍRICOS

*
Los vencejos han visto los crepúsculos
bajo la luna cruel de la belleza
y pronto me traerán
secretos códigos del mundo.

Golondrinas que migran en silencio
poseen la verdad en su plumaje
que arrebata los ojos con fulgor.

Gaviotas solitarias
en la playa,
en la contemplación
de lo divino,
como si fueran
diosas de otra luz.

Un gorrión pequeñito en el alféizar
de mi ventana luminosa,
al lado los geranios se confunden
con sonidos del viento.

Un jilguero es señal oracular
presiente la lluvia
y las despedidas sin palabras.

Un petirrojo príncipe
sobre una rama
llena de rocío,
anunciando el invierno
o la nostalgia.

El mirlo de obsidiana es mi maestro,
me recuerda el instante de la magia.

Un roquero en exilio
vuela y vuela
en la orfandad querida,
sobre tejados con escarcha.

El Ruiseñor de Keats
siempre me hechiza.
Esa Oda me lleva a reinos druídicos,
donde la infancia habita en cada sílaba.


Ana Muela Sopeña

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