martes, 10 de marzo de 2009

POÉTICA

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.....Escribir es una droga que me saca de la soledad y la locura. A veces me pregunto qué es lo que me impulsa a escribir...Es la luz negra que se desvía de la ruta. Es el atisbo de un camino distinto. Quizás la flor que entre las ramas me posee.
.....El amante exterior siempre es ingobernable. Es imprevisible como el clima o el azar. Y es bello. Pero el amante interior, al que se puede acceder con la escritura o con la música, es totalmente mi súbdito obediente. Hago con él lo que quiero. De ahí se deriva un placer especial. La poesía es un trabajo alquímico con la palabra. No es sólo inspiración. Es el trabajo de cada día. Leer y aprender. Escribir y corregir. He ahí las tareas del poeta. A través de la palabra me poseo y entiendo que la vida es puro amor. Amor entre los seres tenebrosos. Amor entre los seres de la luz. Amor entre palabras y entre versos. La vida es la pasión de los despiertos. El tiempo es siempre corto.
.....Un día te despiertas y ya no tienes la edad de la esperanza. Tienes la edad de la muerte. Todos los días lo veo al contemplar a los ancianos de noventa años. Por eso es importante la escritura. Es siempre un exorcismo contra la oscuridad de los sin nombre. En la palabra acuno el sueño, en la palabra anidan mis dos lágrimas, en la palabra encierro mi alegría, en la palabra existen mil secretos. Si supiéramos ser la palabra precisa, la transparencia abierta de otro sol nos daría el placer de la belleza. Así persigo siempre ese momento de la culminación de lo que es.
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Ana Muela Sopeña

4 comentarios:

Marian Raméntol dijo...

Y lo consigues sin duda alguna, Ana, la escritura se vive desde diferentes ángulos, y para algunos, es casi una condena, no podríamos dejar de hacerlo aunque quisiéramos.

Un abrazo a ti y otro a tu palabra.

Marian

Ana Muela Sopeña dijo...

Tú tampoco puedes dejar de hacerlo, lo sé, Marian.

Cuando te leo lo percibo.

Un beso, amiga poeta
Ana

Giovanni-Collazos dijo...

también es una vocación que se hace necesaria, casi indispensable.

Es la necesidad de verdad y de preguntarnos continuamente... es una forma de vida que no esta reñida con la cotidianidad que nos hace humanos, igual a los demás.

Te leo, Ana y siempre vuelvo y me gusta.

Un abrazo.

Gio.

Ana Muela Sopeña dijo...

Sí, Gio, es una vocación también. Una voz extraña nos llama a escribir y si no la hacemos caso hervimos por dentro.

Gracias por pasar, amigo poeta.

Besitos
Ana