domingo, 12 de abril de 2009

ESA ESTRELLA

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.....Él se despidió como si siempre hubiera estado esperando ese momento, tranquilo, templado, sin dudas. Ella leyó sus palabras entre lágrimas. El sueño terminaba. Quizás en otro universo seguían juntos, pero en éste ya no podrían ni siquiera decirse "hola". Él miró por la ventana y vio una estrella muy bella. Una estrella de la constelación de Andrómeda: Alpherat. Esa estrella los uniría algún tiempo más.
.....Ella no sabía qué decir. Ya lo había dicho todo. Amaba a aquel hombre, pero la situación no permitía muchas opciones. Él no sabía si retomar su acostumbrada frialdad o sentir su corazón envuelto en dulce tristeza. Ella sí sabía lo que haría. Ella sabía que lloraría unos cuantos días hasta tocar fondo y resurgir. Ella no sabía si serían dos lunas o nueve lunas. Él seguiría su ruta. En el año dos mil doce quizás pudieran volver a verse. Sólo quizás, después del verano. Pero no había nada claro. En realidad nunca se habían visto. Sólo se habían ensoñado. La conexión había sido tan intensa que era más fuerte que otras realidades más tangibles. Ella sabía que no debía interferir. Él sabía que no debía hablar mucho. Ellos sabían que su tiempo, al menos en este universo, había llegado a su fin. Aunque quizás dentro de este universo existiera otro universo más amable. Sólo quizás....Pero ella sabía que eso era poco probable. Y él pensaba que eso era imposible. Quizás, sólo quizás...Aunque seguramente ambos estaban condenados a "Asumir la nada". La misma frase que los había unido, ahora los separaba irremediablemente.
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Ana Muela Sopeña

6 comentarios:

La Habitacion invisible dijo...

a mi tambien me dieron una de esas...
hay una cancion que dice,y no puedo besarte en la tierra,por que estas en cielo un poco lejos nomas...(color humano)
saludos
Esteban

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Esteban, por pasar y dejarme tus palabras.

Un beso

Ana

Darthpitufina dijo...

Las circunstancias pueden definir situaciones, pero nosotros somos quienes con nuestra dedicación y empeño logramos lo que deseamos.
Sólo hay que desear con fuerza lo que se quiere, y el universo nos dará lo que deseamos tanto.
Pero cuidado con lo que le susurras al oído a las estrellas fugaces... porque se hace realidad...

Una estela de sonrisas

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Darth, por pasar por mi espacio y dejarme tus palabras.

Un abrazo grande
Ana

Credendo Vides dijo...

Pues sí, a veces es tan difícil saber q algo q no debería acabar ha llegado al fin... Complicado, querer sin poder tocar, como dice la canción: "cuando uno tiene sed, pero el agua no está cerca".
Precioso relato.
Saludos desde el Inframundo.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Credendo, por pasar y dejar tus palabras. Me alegra un montón que te haya gustado este relato.

Un beso
Ana