*
Miro la noche
con mis ojos de niebla,
como un presagio.
Mientras,
mi piel susurra
al náufrago deshabitado.
Se desnudan las horas de visiones
y sueñan los minutos con su danza.
El tiempo va desvistiéndose
de lunas invisibles,
sin exigir relojes
ni destinos.
Ana Muela Sopeña
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Mmmmm, me parece que anduvimos mirando una noche bastante pesada.
Te dejo un abrazo grande
Rossana
Gracias, Rossana.
Mi abrazo también para ti.
Un besito
Ana
Publicar un comentario