*
Un búho inmóvil
me mira desde el limbo de su sueño,
con ojos-luna
que atraviesan la Tierra y universos
de imposibles hallazgos,
cargados de la sombra errante y muda.
Observo al búho
en la noche desnuda y sin escudos.
- Veo presagios
de futuros marcados por los átomos
del misterio dormido,
entre esferas extrañas de planetas.
El búho me habla
con plumaje brillante y constelado.
- Cuido lo oscuro,
como vigía blanco, alerta y suave.
Sereno el bosque,
que no se desintegre entre la brisa.
Ana Muela Sopeña
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