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Cabálgame en las alas de la noche
bajo una luna llena de recuerdos,
en esos diccionarios ancestrales,
sumergidos en vórtices de luz.
Enrédame con piel de tu deseo,
más allá de la vida y de la muerte,
en dunas de crepúsculos sagrados,
donde la oscuridad no exista nunca.
Abrázame con brazos voladores
que atraviesen la tierra en un segundo
y haz que tus enigmas me transformen.
Bésame con tus labios invisibles
en los sueños más lúbricos y ardientes,
para que nuestra unión sea infinita.
Ana Muela Sopeña
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6 comentarios:
Conviertes los pasadizos de la noche, en tránsito de oníricos pegasos que cabalgan los brazos del amor entre sus alas.
Es hermosa tu poesía, meiga.
Un beso volador
Manuel
Interesante el arranque de las estrofas con este tiempo de los verbos que empleas. Todos en acción desliando la pasión. Interesante. Un abrazote, Tino
Manuel, gracias por acercarte a este soneto blanco con tus alas de pegaso.
Un beso
Ana
Tino, muchas gracias por tu atenta lectura y por brindarme tu opinión.
Besitos
Ana
Bello soneto, querida amiga. Cada vez más, el ritmo que logras se hace perfecto. Has crecido, has madurado como poeta, Ana.
Un beso.
Óscar
Óscar, es una alegría encontrarte entre mis letras.
Espero que te encuentres bien en todos los aspectos.
Me alegra mucho que este soneto blanco te haya gustado.
Un beso grande, amigo poeta
Ana
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