domingo, 31 de mayo de 2009

EL ÁNGEL DE LUZ

*
Ángel de luz:

-Y esta vez es parte de la luz
lo que de ti se abraza en el silencio.

Mujer de las estrellas

-Quisiera que me digas cuánto tiempo
he de morar en ruta hacia el vacío.

Ángel de luz:

- No estás en el vacío, niña etérea,
estás en dimensiones diferentes,
donde la voz se hace atemporal
y las palabras suenan sin el eco.

Mujer de las estrellas:

-He vuelto a Aldebarán que era mi estrella,
aquí todo es sencillo, siempre lúdico,
aquí juego a rayuela con los rayos
y todo me resulta divertido.

Ángel de luz:

- Podrás siempre habitar en las estrellas,
desde ellas tu planeta es más pequeño,
todas las luchas son sin importancia
y tú eres protectora universal.

Mujer de las estrellas:

- Me gusta ser del clan de las mujeres
que saben que hay en Gaia una semilla
que pide evolución, cambio y conciencia.

Ángel de luz:

- Ahora perteneces a este grupo
que observa como Gaia se reencarna
en una nueva Tierra más radiante.

Mujer de las estrellas:

- Quisiera proteger a los que sufren
con manos de galaxias invisibles.

Ángel de luz:

- Tú siempre entablarás las conexiones
con todos los que amaste alguna vez,
para que expandan siempre entre las horas
el círculo en el centro del espíritu.


Ana Muela Sopeña

6 comentarios:

Rosalia Linde dijo...

Genial, Ana. Me ha encantado este poema-conversación entre el ángel de luz y la mujer de las estrellas. Tu poesía siempre nos llena de sabiduría. Un abrazo fuerte.


Rosalía

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Rosalía. La mujer de las estrellas ya no está en esta Tierra...

Un abrazo
Ana

lichazul dijo...

este diálogo trasciende
deja huellas en el viento
para que las bocas lo hereden
para que las almas lo canten...

muakisitos para ti
que tengas un precioso domingo:=)

Ana Muela Sopeña dijo...

Elisa, me alegra verte por aquí.

Un beso de luz

Ana

Rossana Hasson Arellano dijo...

Ana :
Todos llevamos de esa luz = Alma

Me ha gustado leer especialmente este poema.

Un beso
Rossana

Ana Muela Sopeña dijo...

Rossana, me gusta mucho verte en mi blog, especialmente en este poema.

Un abrazo grande
Ana