martes, 12 de mayo de 2009

TEMBLOR

*
La muchacha camina por aceras
en la contemplación de la locura,
con los ojos perdidos
en un espacio abierto por la luz.

Avanza sigilosa por las calles
hacia una bruma informe,
donde no existe nada que la turbe,
sólo un silencio gris y melancólico.

Emite las palabras
del inicio de todo:
amor, deseo, hambre,
luces desde la sombra,
agua, ventisca, fuego,
tierra, volcán y éter...

y de pronto un temblor en otro mundo
genera las vocales, pronuncia consonantes,
sílabas y palabras creadoras.

Los versos y poemas
construyen realidades intangibles.

La muchacha se va por otro sueño,
donde la sombra errante se diluye.


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

Marian Raméntol dijo...

El caminar en soledad del poeta, desde dentro...

Un abrazo
marian

Ana Muela Sopeña dijo...

Sí, la poesía siempre siempre tiene algo de solitario y de sueño.

Un beso

Ana