miércoles, 3 de junio de 2009

BUZÓN DE VOZ

*
Deliberadamente él no quería
hablar en la distancia compartida,
por ello delegaba en una máquina
la tarea de no estar casi nunca.

Un día y otro día era la máquina
quien siempre contestaba a las llamadas.

La máquina era siempre la encargada
de filtrar el anhelo y el temor.

Un día ella, cansada de hablar siempre
con una voz grabada,
olvidó su teléfono en un círculo...


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

Darthpitufina dijo...

Cuánta realidad encerrada en estas palabras, me gustó, un poema muy urbano pero muy revelador.

Un besote.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Darthpitufina. ¿Quién no se ha encontrado llamando innumerables veces a un móvil que siempre está apagado, fuera de cobertura, etc...y una voz de buzón de voz que dice que dejes el mensaje y el destinatario o destinataria jamás devuelve la llamada? Es una situación surrealista, pero muy real, me parece. Y luego la persona dice que no se ha enterado de nada. Que tenía el teléfono estropeado, que lo perdió, que se lo robaron, que cambió de número y un sin fin de excusas...

Gracias por pasar.
Un beso
Ana