*
El agua, en los abismos de la noche,
se nutre sin un límite de lluvias,
en naufragios de nácar y de luz.
Un fuego que diluye los códigos ocultos
atraviesa tu piel,
entre lirios bañados de nostalgia.
En tierra del enigma
mis iris se protegen de lo oscuro,
con petunias sin sombras,
en nenúfares de ámbar.
El aire, en su locura,
persigue las pupilas de la aurora,
mientras dibuja con ralámpagos
las palabras del sueño.
Ana Muela Sopeña
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Esos cuatro elementos perfectamente engarzados en cada estrofa...hermoso, como siempre ana.Un gusto leerte
Gracias, Marisa, por pasar y dejarme tus palabras encantandas.
Un beso grande
Ana
Publicar un comentario