viernes, 19 de junio de 2009

TARA

*
Los ojos de la diosa
llenaron mi vacío de luminoso éxtasis.

Sentí la compasión de las galaxias
recorriendo mis venas ancladas en la Tierra
y mis arterias suaves de la luna.

Sus iris traspasaron mis milenios
y me inundó un latido antiguo en vértigo
que me orientó hacia Neptuno.

Y Tara fue mi cómplice
anhelé derretirme en el silencio
de la bondad más fértil.

Al inspirar
me hacía con la luz del Universo,
al espirar
devolvía al ambiente el cuantum puro.

El tiempo transcurrió sin enterarme.
Pasaron los minutos, horas, días,
los meses y los años,
las décadas, los siglos, los milenios,
las eras, el año de Las Pléyades...
y yo seguía allí mirando a Tara,
me había convertido en una estrella
y el corazón del mundo susurró
amor en cada mar y en cada océano,
amor en las montañas y en los ríos,
amor en las tormentas y en la lluvia.

Mi espíritu se unió a todas las Taras
y a Gaia primitiva en su viaje espiral
por un pasado maya, un vibrante presente
y un futuro estelar lleno de signos.

Y entonces yo fui Tara
miré a esa mujer
que habitaba en los montes del temor
encapsulada en hombres envueltos en el pánico.

Y también vi a un hombre
vestido de Sol Negro
que cabalgaba errante por limbos infinitos
encriptado en mujeres
sumidas en la niebla más difusa.

De pronto los temores
cayeron diluidos en sal de oro
y el sueño se entregó a la locura de una mirada nítida.

Torbellinos de cuerpos plenos de hambre
de cometas sedientos de adn
me sedujeron
con fuerza tan caótica
en elipses perdidas,
por el espacio acústico del arte
o ribosomas plenos de energía.

Y Tara fue la nada
y el todo más feroz,
los animales llenos de ese instinto
y humanos invadidos
por la ceguera primigenia
de la emoción desnuda.

Las fuerzas de la historia
devinieron en trozos repartidos
en pequeñas porciones
de esencias ancestrales.

Y mi ser fue pupila
de la divinidad radiante y cósmica,
para ensoñar el Sol
con los ojos del agua.


Ana Muela Sopeña
*
Notas:
*
Tara: Divinidad de la filosofía budista. Es femenina y su característica es la compasión hacia todo lo creado.
*
Año de las Pléyades: Ciclo de tiempo largo de 26.000 años aproximadamente. Es importante en el calendario maya.
*
Ribosomas: Parte de la célula.
*
Sol Negro: Símbolo astrólogico que significa todo lo más oscuro colectivo. Lo opuesto a la radiancia, generosidad y creatividad del Sol.
*
Cuantum: Mínima cantidad de energía que puede recibir o emitir una partícula.
*
Pasado maya: Pasado según el tiempo sincrónico o circular, no según el tiempo lineal del calendario gregoriano.

6 comentarios:

Carlos Medina dijo...

Wow, impresionante poema el tuyo mi querida Ana, un suceso de imágenes impresionantes y bellas

Un placer leerte amiga

Un abrazo

Carlos Medina

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Carlos. Tu paso por mi poema es muy alegre para mí.

Un besito
Ana

Rosalia Linde dijo...

Ana, me has dejado pasmada con este poema. Es genial, mágico... esta cosmogonía de Tara me ha hecho adentrarme por sabidurías anheladas. Por cierto, no conocía a esta Diosa. Un besazo.

Rosalía

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Rosalía, me encanta que el poema te haya gustado.

Un beso
Ana

Rosa Iglesias dijo...

Mi querida poeta

Será un honor y un placer leer este poema
en La Voz bordada en el Verso

Un abrazo, Anita

Rosa

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Rosa, me alegra mucho que este poema lo recites en tu bello blog.

Un besito
Ana