*
- He llegado del lado de las sombras
donde no existe nada,
más allá de la herida sin raíces.
- Y tú me ofreces siempre la gran luz,
para soñar que todo es espejismo.
- Los demonios no pueden zaherirme,
porque toman tequila en su caverna.
- Así voy renegando
de la desolación y la locura,
para entregarme toda
a otro deslumbramiento
como una iguana joven zalamera.
- En las trampas del orbe
me defiendo de pozos
con bebedizos suaves.
El licor de mandrágora me oculta
blancos túneles fríos con sus grietas.
- Me avalanzo a las rocas,
para fertilizar cualquier oasis
y como un libro abierto
que entrelaza la arena con la nieve,
adueñarme del mundo numinoso.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Ya lo había leído, sin embardo bien sabes que SUPER DISFRUTO de tu poesía.
UN ULTIMO ABRAZO
Rossana
Me encanta verte entre estas palabras que viajan de la sombra a la luz.
Un beso
Ana
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