*
La tarde se derrite
en la luz de otro tiempo,
mientras suenan campanas
y sonidos de versos.
Un pájaro se ve
en la sombra del beso
y un camión despistado
arrastra suave el verbo.
Las horas van pasando
con muchachas sin velo
y la respiración
permanece sin miedos.
Un niño juega atónito
con dados y canicas,
se concentra en el sol,
se mece con la brisa.
Y los gatos deambulan
por aceras y esquinas,
absorben la materia,
parece que meditan.
La tarde en el crepúsculo
transforma la energía
en mundos de misterio
y sílabas dormidas.
Ana Muela Sopeña
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6 comentarios:
Cada mañana , tus poemas ponen una nota de luz y de color a mi día.
De verdad. Besos
Soco
Pasa por mi blog.
Es precioso Ana, unos heptasílabos m,agistrales llenos de ritmo y luz.me despido unos días.Echaré de menos tu bella poesía.Un beso guapa.
Gracias, Soco, por pasar y dejar tu huella.
Un abrazo grande
Ana
Marisa, gracias por tus palabras.
Que lo pases bien estos días.
Un beso grande
Ana
Maravilloso privilegio haber aceptado la invitaciòn de SOCO para visitar este màgico lugar...saludo cordiales
Gracias, Adelfa, por leerme y dejarme tus palabras.
Un abrazo grande
Ana
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