domingo, 5 de julio de 2009

LOS HIJOS DEL SILENCIO

*
A las víctimas del accidente de Chernobyl.

.....La nube radiactiva envolvió a las personas y animales. La explosión llegó a ser quinientas veces más potente que la bomba de Hiroshima. Se silenció la historia. Doscientos mil seres humanos han muerto por el accidente. Y siguen muriendo. Después de veintitrés años hay que construir otro sarcófago que contenga al primer sarcófago. Si no se hace así puede reventar...

El reactor ardía en el silencio,
mientras el mundo
callaba entre la niebla.

El horror se hizo llamas.

Un atómico infierno sumergido
en el uranio infame
de una explosión más fuerte
que infinidad de bombas de Hiroshima...

El horror se hizo muerte,
el horror se hizo pánico
y la desolación cubrió a la Tierra.


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Reacia es la piel
mientras vuelve
al núcleo de los hombres.
En tanto,
el alba cruzó por nosotros.



Una denuncia y homenaje muy en boga. Que acompaña un debate (insisten), que sólo lo entiendo desde el uso sostenible de los recursos.

Un besote

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Miguel, por brindarme tus versos y opinión.

La verdad es que la energía nuclear es bastante peligrosa, sobre todo porque aún no se sabe qué hacer con los residuos...

Un beso grande
Ana