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Madre del mundo,
eres la que persigue las mareas
en una luna oscura primigenia,
entre las lobas cálidas de luz.
Madre de Adán,
tú eres el misterio de la noche,
con la luna creciente,
adivinando el fuego entre tu sombra.
Madre de Lilith,
el útero sangrante de la Tierra
pertenece a tu círculo de plata,
la luna llena atiende tus caprichos.
Madre de Gaia,
en el cuarto menguante
lo ínfimo seduce al que medita.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
La poesía es hembra, Ana, y tú la sublimas con alma de mujer, en el cuarto menguante que seduce al que medita... ¡Maya!, madre, adivinando el fuego entre tu sombra.
Gracias por escribir, por enseñar, por ser metamórfosis del sueño en la palabra, por amar y ser `poeta, por expresar el alma a fuerza de pasión entre tus versos.
Un beso, meiga
Manuel
Manuel, gracias por tu comentario tan bello.
Me encanta que te haya gustado este poema de madres, lunas, fuerzas cósmicas femeninas y ... magia telúrica.
Un beso
Ana
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