miércoles, 30 de septiembre de 2009


DOS MÁSCARAS

*
El hombre de la esfera contra el hielo
recurre a sus dos máscaras,

conoce su pasado melancólico
y entrega mariposas del olvido
al humo de arco iris.

Intenta que la sal,
con un disfraz de acero,
proteja a su alma errante de las mantis.

La luz le deja nubes sin heridas
y a través de sus párpados de lobo
un árbol se abre paso entre las sílabas,
más allá de las sombras,
hacia el umbral traslúcido, en la ciudad desnuda.


Ana Muela Sopeña

lunes, 28 de septiembre de 2009


PÁJAROS DE LUZ

*
Pájaros de luz
bajo tu rostro enigmático,
que busca mi alma diáfana
en noches como ésta.

Lágrimas de sol
sobre mis ojos de fábula,
a tientas en el sueño
en sombras subterráneas.

Ánforas de ti
entre mi pelo de escarcha,
en nubes seducidas
por ánimas errantes.

Pétalos de tul
en un descenso de magia,
en viento detenido
y arcanos descifrados.

Húmeda la sal
difuminada en el aire
de negras mariposas
que escapan del pasado.


Ana Muela Sopeña

FUTURO DE AZABACHE

*
Busco en los ocultos rincones de tu carne
el misterio de la ciudad sin agua
y lo oscuro de un naufragio sin olvidos.

Habitas en dos mares sigilosos,
con arena que bebe
de caracolas desnudas
tu deseo de sueño de otro mundo.

Resido en el abismo de la luz,
allí donde las dunas
se convierten en soles.

Nuestro encuentro,
en la embriaguez de la locura,
se nutre del milagro del enigma
que yace sumergido
en bruma de un futuro de azabache.


Ana Muela Sopeña

domingo, 27 de septiembre de 2009


MI UTOPÍA

*
Me habitan tus quimeras
en el sueño encantado de la noche,
en un naufragio lírico de voz.

Te inunda mi utopía
liberada de sombras y de hechizos.


Ana Muela Sopeña

ÁMBAR

*
Ámbar en mi piel de luz y sueño,
rodocrosita suave en mis quimeras,
rubí sobre mi ombligo de las grutas,
esmeralda en mis iris silenciosos,

obsidiana en tus mundos de papel,
diamente en tu mirada de jaguar,
ágata en tu cuerpo licencioso
cuarzo entre tu piel de las galaxias.


Ana Muela Sopeña

PIEL DE LA PALABRA

*
Aspiro a ser la piel de la palabra,
en el tacto de un mundo sin relojes,
en la sutil caricia de tus versos...


Ana Muela Sopeña

viernes, 25 de septiembre de 2009


EN TUS ESPEJOS

*
He visto en tus espejos
un árbol silencioso
y un relámpago oscuro de ebriedad.


Ana Muela Sopeña

ESBOZOS DE LA SOMBRA

*
I

La noche permanece
abierta en la distancia de tu piel,
como vértigo amable y traicionero.


II

La oscuridad se cierne
sobre la ría en barcos de caricias
y pájaros nocturnos
me llevan por caminos de secretos,
con la numeración de las galaxias.


III

Avanzo sobre cúmulos de niebla
y me adentro en el mar de tus temores,
abrazo, sin el pánico, tu sombra
que me susurra frases inconexas.


IV

En mundos de la herida
una ventana abierta al infinito.


V

La belleza sublime
se aloja siempre antes del placer.
Después
se esfuma todo rápido,
como burbujas de espejismos
o pompas de jabón.


VI

Un mantra me mantiene vigilante:
son sílabas que abren los cofres del silencio.


VII

A veces me pregunto
si tu desconfianza podría revertirse.


VIII

La nostalgia del agua
me lleva sin remedio hacia tu mundo.


IX

Cabalgamos por campos de zozobra
y huimos de los riesgos,
imposibilidad de la locura.
Mas...
todo se precipita en el eclipse
cuando un latido extraño
nos desdibuja.


X

El vientre de la noche
me lleva a tus pupilas,
sobre los espejismos del pasado.


XI

Esbozos de la sombra en el reflejo,
cuando me hablas bajito y yo te escucho.


Ana Muela Sopeña

PALABRAS NO DICHAS

*
Las palabras no dichas
se ocultan en las cuevas y en las grutas,
para soñar que fueron una vez.

No pueden controlar su descontento,
no saben del amor ni de la muerte.

Las palabras no dichas
establecen un pacto de silencio
y a veces no lo rompen por honor.

Se entrelazan y bailan,
cuando surgen semillas de temores
o el mundo se parece a una agonía.

Las palabras no dichas
recuerdan con sus sílabas la sangre
de todos los que nunca pronunciaron
un sí grande a la vida.


Ana Muela Sopeña

QUISIERA SER TU POSTRE

*
Quisiera ser
tu postre de merengue y chocolate
en tardes sin nostalgia.


Ana Muela Sopeña

jueves, 24 de septiembre de 2009


EN ALGÚN LUGAR DE LA PALABRA

*
.....En algún lugar de la palabra me he perdido la esencia de lo oculto. Porque aún no comprendo, en la perplejidad de luces de ámbar, cómo puede saberse si unos ojos son espíritus dulces o demonios que danzan en la orilla, para tentarme con su fuego. Así son siempre las incertidumbres de la noche. Van cayendo por trampas y por lumbres, hacia el acantilado de la herida. En cierta forma, siempre sabemos que lo oscuro nos posee. Espectros dionisíacos son imágenes suaves que estimulan el iris. Una pared de arena me corroe, cuando miro los mundos exteriores y descubro que yo no pertenezco a las luchas arcaicas. Porque sólo me importa ese centro profundo, imperceptible, más allá de las formas, donde no existe estatus ni materia, donde sólo los puntos cardinales y los vientos del norte me arropan con su fuerza. Y así, en medio de la luz y de la sombra, sólo queda seguir caminando, entre el azar y la esperanza, hacia la geometría de la rosa o hacia los páramos húmedos de sal, donde el alba ilumina la mirada.
*
*
Ana Muela Sopeña

ADJETIVOS DE LA SOMBRA

*
Entregas tu saliva al bosque oscuro
donde la lengua sabe de raíces,
en adjetivos de la sombra,
con dedos que persiguen a Selene.

Te beso sobre cumbres,
con sustantivos de la esencia,
mientras nuestras miradas se consagran
a diosas de los púlsares.

Me abrazas en volcanes de silencio
con pronombres y cadencias
que llevan al suspiro de las náyades.

Te rozo entre las grutas de la nieve
tu piel de escarcha libre del ayer,
con verbos conjugados en futuro,
sobre mi vientre cómplice de océanos.

Me acaricias en sueños
y recitas despacio
esas preposiciones en penumbra
que tanto nos elevan.

Te susurro al oído mis adverbios
y duermo entre las ramas de una encina,
en el ensueño núbil de un albatros
y voy bebiendo a Altair sobre las luces.

Enlazas conjunciones en mi vértigo.
Vas salmodiando sutras
sobre el himen del mar.

Envuelvo con artículos
tu contorno de fauno con mis manos.
Mi boca imperceptible te hace lobo,
para aguantar inviernos con heladas.

Y en la herida insaciable,
con la belleza dúctil del submundo,
me obsequias en tu danza
interjecciones ávidas del agua,
hacia cuásares llenos del eclipse,
surcando el infinito...


Ana Muela Sopeña

NUMEN

*
Un murciélago de ónix me contempla
en la penumbra de la tarde,
sobre el árbol caído
de un mundo seducido por el caos.

Belleza y muerte
en la luz del crepúsculo.
Disolución de lluvia sumergida,
en cúmulos de arena.

El infinito abriga mis espacios
entre las horas suaves de la noche,
en el silencio fértil.

Abrazo sobre el vórtice tu numen,
en esa piedra fría que es tu alma,
hasta que el sol renazca en tu interior.


Ana Muela Sopeña

miércoles, 23 de septiembre de 2009


SÍNDROME DE ULISES

*
Vagaba en el exilio
vacío, sin amigos, sin dinero

con látigos de frío en la distancia.

Los huecos de sus manos
arrojaban lo oscuro a otros espacios
de huída entre las sombras.

Evasión de su voz cautiva en hierro
con el temor al mundo darwinista.

Un encuentro de soles
con miradas de pájaros erráticos,

sincronía con otro ser humano.


Ana Muela Sopeña

martes, 22 de septiembre de 2009


NUDOS

*
Los nudos del pasado
atrapan en las puertas la neblina
y una historia de bruma.

Desolación llamando
al vacío del agua,
entre lodo obediente,
en los abismos de coyotes,
con esferas de búhos primigenios.

Las nubes se comportan
como vértigo oscuro en archipiélagos
de semillas convexas.

Cuadernos de diario solapan la oquedad
en la raíz del viento.

Un crucigrama de caricias
en la distancia enjaula esa lluvia sonora,
mientras el río pasa
y la vida se esfuma...


Ana Muela Sopeña

UMBRAL ABIERTO

*
El hueco de la noche
entrelaza con hambre soledad
y una lágrima herida entre la sed
se asfixia en el rechazo.

Saber que no hay futuro en la distancia,
caminar en el vértigo
hacia el umbral abierto de la nada.


Ana Muela Sopeña

SONIDO

*
La ruina de un sonido que cabalga
me toca enfebrecida
y me entristece en mundos sin raíces.


Ana Muela Sopeña

A VECES EN LA VIDA

*
A veces en la vida hay una historia
que no puede olvidarse del amado
y todo ya parece abandonado
del mundo de la luz y la memoria.

Creamos sin querer un dulce mito
que no se desintegra con los años,
ni siquiera a la sombra de castaños
podemos diluir pasado y rito.

Pero llega un momento en que la fuente
se convierte de pronto en un gran río,
donde todo se esfuma, incluso el nombre.

La visión del amor se hace yacente
y todo se transforma en el vacío,
para poder abrirnos a otro hombre.


Ana Muela Sopeña

ESCUCHAS

*
A mi querida amiga Carmen Parra, mujer excepcional

Círculo de temblor en el silencio
arrasando la vida del espíritu,
regalando el amor que siempre sientes,
maravilla y destello en un relámpago,
es pronto para el mundo del desierto,
navegas por océanos de heridas.

Pareces con los ángeles de luz
atareada dama de la ayuda,
recoges en tu abrazo a muchos huérfanos,
regalas con tu voz el universo,
a tu lado la vida es un milagro.


Ana Muela Sopeña

RECETA PARA EL DESAMOR

*
Toma unas gotas de Aulaga
debajo de la lengua
y cuando la luna esté creciendo
duerme con nueve Corazoncillos
al lado de una gata blanca.
Acude a una playa y báñate en luna llena,
después bebe un vaso de agua
con pétalos de Rosa Canela,
añade Castaño Dulce a la mezcla
y tómate unos cuantos arándanos
en su justo punto de maduración.
Añade Espino Blanco a tu ensalada favorita.
Duerme pensando en un reloj de arena
en medio de la biblioteca de Babel.


Ana Muela Sopeña

lunes, 21 de septiembre de 2009


DESLIZO

*
Deslizo por tus labios
el dedo del silencio
y te rozo la piel con la mirada.

Acaricio tu espacio sin tocarlo,
me sumerjo en tu mente primigenia
y me inundo de ti
en el tiempo incierto.

Dispongo muy despacio
abalorios de sombra en mi cintura
y perfilo acrobacias de papel
en seda entralazada con tu mundo.

Preparo en fieltro rojo
una bolsa con runas,
para meditar sobre los árboles.


Ana Muela Sopeña

DÍA DEL DRAGÓN

*
Ella soñaba siempre con estrellas
él hizo su conjuro sobre un cuásar.

Se encontraron el día del dragón
magnético, en el rojo arcaico y dulce.


Ana Muela Sopeña

ESCÓNDETE

*
Escóndete del ojo que no mira.


Ana Muela Sopeña

UNA GOTA

*
Una gota de agua
sobre el sueño perdido de mi sombra.

Así te veo yo desde el espejo.


Ana Muela Sopeña

UN PÉTALO

*
Un pétalo en desiertos
atraviesa tu piel ensombrecida.


Ana Muela Sopeña

domingo, 20 de septiembre de 2009


A MIHAI EMINESCU

*
Una princesa de cuento
duerme en su cabaña negra,
con los elfos de los bosques,
rodeada de cerezas.

Sueña que una nube cálida
le susurra entre la luna
los sonidos de los búhos,
atrapados en la bruma.

Por el día coge flores
entre los campos de lirios,
para preparar esencias
con los pétalos de siglos.

Por la tarde danza en círculos
para seducir a un árbol
y soñar sobre la tierra
que un estambre va a sus manos.

Por las noches se deleita
contando estrellas lejanas,
mientras se mira a un espejo
y recita las palabras.


Ana Muela Sopeña

EN LA CIUDAD VACÍA

*
En la ciudad vacía las sombras me delatan
por lugares sin hombres y plazas sin espectros.
Las rosas de cristal intuyen jeroglíficos
que presiden los mundos del misterio y la fuente.
Un búho en la distancia se dirige al espíritu
de una acera sin frío, de una playa sin luz.
Las calles se rebelan contra el marasmo infame
de los seres que danzan más allá de la noche.

En la ciudad vacía la lluvia nos defiende
de las horas sin ojos y los relojes de agua.
He crecido en el tiempo de todos mis ancestros
soñando que el crepúsculo me otorga otras opciones.
No suenan los teléfonos y ya no llegan cartas,
ya sólo unos correos denotan movimiento.
Los signos de las prímulas me asustan en rincones
donde no existen brisas, ni puntos cardinales.

En la ciudad vacía tu voz no me penetra,
porque el sonido fértil se perdió con los años
en esos cementerios de coches y de máquinas.
Los días pasan lentos, sin flores ni animales,
mientras mis letras giran entre muros y ángulos.
La soledad me inunda en el abismo de ónix
y convierte mi código en bruma de obsidiana.


Ana Muela Sopeña

LATIGAZO DEL DESTINO

*
Atado
a un muelle sin barcas
o a una carretera sin salida.

Indefenso,
en el desfiladero de la muerte,
comenzando el camino
de la locura.

Desnudo,
con máscaras de hielo,
suavizando la vía
de la primera vez.

Ebrio,
esperando el latigazo del destino.

Drogado,
usurpando a la niebla
la infinitud de un día sin vacío.

Dormido,
en el vaivén de la noche,
para soportar la incertidumbre.

Dormida,
a través de luciérnagas ocultas,
en el oscuro foso de los sueños.

Drogada,
robando bruma fría en los espejos.

Ebria,
manejando utopías con sus dedos,
como un rompecabezas fluorescente.

Desnuda,
persiguiendo guaridas
en la estación sin trenes de llegada.

Indefensa,
en mundos de relámpagos,
con sonidos aún por descubrir.

Atada
por nudos interiores,
en el noray del hombre que se fue.


Ana Muela Sopeña

HORAS DE LA SANGRE

*
El tiempo de la herida
se abre nuevamente
cada vez que un planeta
se sale de su órbita.

La niebla se hace sombra en lágrimas de lodo,
por tardes inconclusas y crepúsculos ebrios.

Las horas de la sangre
atormentan mi noche
y apátrida me siento,
separada de todo.

Un espacio de hielo escinde nuestra línea,
en países distintos, con fronteras de escarcha.
Un iceberg antiguo amenaza hundimiento
de la nave de sueños que lleva nuestros signos.

Tan sólo una palabra
podría detener la glaciación.


Ana Muela Sopeña

MANOS DE ESCARCHA

*
Manos de escarcha
en paredes ocultas.
Desolación.


Ana Muela Sopeña

sábado, 19 de septiembre de 2009


MAULLABA

*
Una mujer maullaba
en la piel de los sueños,
en la penumbra abierta del reloj.

Sortilegio de luz,
palpitando en las letras de los árboles.

Su refugio
desapareció tras el hechizo,

con lágrimas de exilio,
bajo la irrealidad de las visiones.


Ana Muela Sopeña

EL POETA

*
A mis amigos y amigas Poetas


.....El poeta no puede estar lleno de cosas, porque entonces deja de escribir. El poeta necesita de la desposesión. Allí donde el vacío tiende su mano, donde la herida deviene rosa negra en el enigma. En la desnudez conecta con los guardianes del tiempo y encuentra a maya. Toma conciencia de la ilusión del alba y de la mentira de los crepúsculos.
.....El poeta precisa conectar con la nada, para que las rendijas sean llenadas de sílabras y de palabras. El poeta que acumula se convierte en coleccionista, pero ya no puede ser vehículo de la diosa. Busca la sencillez de los inicios, se despoja de las máscaras y persigue utopías en la orilla de la desolación más amarga.
.....El poeta es un fingidor* que se inventa emociones para poder amar y construye filosofías sobre la base de la disolución. El poeta es todo y es nada. Es alguien y es nadie. Habita en el corazón del escribiente y del lector.
.....El poeta renace cada vez que alguien lee un poema suyo. Dentro de cada lector de poesía habita un poeta en embrión. La semilla de la poesía reside en la mirada. Mirar no es lo mismo que ver. Cuando mirar y ver son la misma cosa el mundo deviene numinoso.
*
*
Ana Muela Sopeña

*****

*El poeta es un fingidor.

Fernando Pessoa

DUALIDADES

*
Cada vez que la luna
caprichosa me lleva por abismos
me siento triste,
pero si no hay vaivén
y todo es plano,
el vacío me cubre.


Ana Muela Sopeña

viernes, 18 de septiembre de 2009


NO MIDO LA DISTANCIA

*
No mido la distancia entre tus labios y mi boca,
porque todo es extraño en el silencio.

No compruebo el estado de la niebla
sobre estos pasos de agua.

He decidido ser como una oruga
y transformarme pronto en la crisálida
que contenta camine hacia la luz,
como una mariposa de lo eterno.

No calculo si el tiempo es adecuado,
tan sólo me deleito con palabras
ataviadas con seda y pedrería,
para poder anclar un sueño en sílabas.

No miro los relojes ni el barómetro,
no consulto el oráculo de Delfos.

Simplemente me muevo entre las lunas
y reconozco en pétalos-
de un asfodelo en el delirio,
como alucinación sobre las dunas-
mi origen estelar antiguo y cósmico.


Ana Muela Sopeña

EN MI HISTORIA

*
En mi historia te guardo
las figuras del tiempo y de la herida,
en el silencio fértil del espacio, con el agua en rizomas.

Un ángel de lo oscuro protege a los amantes
de la depredación con su luz tenue.

La marca es una piedra.

Un murciélago negro,
extraño, entre la lluvia más sonora.

Sonidos primigenios en la arena...

La ría del submundo
atrapa en sus partículas los ojos
del sueño seducido por la rosa.


Ana Muela Sopeña

LLUVIA DE OTOÑO

*
Lluvia de otoño,
a lo lejos un barco.
Ría, gaviotas.


Ana Muela Sopeña

ME COLUMPIO

*
Me columpio en tus sílabas.

Más allá de los juegos de palabras
está el estereotipo de la risa
que persigue a mi sombra y la destruye.

Te mezo en polisemia
y acaricio tu aura
con bálsamo de Musa,
para recuperarte de la guerra.

Vaivén para nosotros
en la montaña rusa del humor.

Una ruta marcada por metáforas
que disuelven el mundo...


Ana Muela Sopeña

RONRONEO

*
Ronroneo en la puerta del enigma,
con el instinto suave
que se atreve con lunas de metal.
Me convierto en la gata
que busca entre las calles el calor
de los siglos del este.
Experimento un ápice
de belleza perdida en el desierto.
Cuando mis alas rozan
los códigos de luz,
se detiene en el silencio la nostalgia
de los motores del mundo.


Ana Muela Sopeña

CUATRO RÁFAGAS POÉTICAS

I

La sal gime llorando en mi interior
y la tristeza viaja hacia dos soles,
con la luna que pacta con erráticos
entre niebla difusa.


II

Mi memoria no sabe de derrumbes.
Los cúmulos de lluvia me fascinan
y desde mi ventana los contemplo.


III

La suavidad del día me serena.
A lo lejos montañas
con la bruma sonando en mi interior.


IV

El desierto solloza
con los ángeles blancos en sus grutas.
Mientras,
en citas clandestinas,
los amantes perdidos se entrelazan,
sabiendo que su luz
yace en la sombra
del océano fértil.


Ana Muela Sopeña

SOMBRAS

*
Soy consciente de sombras
que rodean mi cuerpo
en los acantilados de los lobos.

Respiro
inundada de boas
que amenazan mi sed de absoluto.

Permanezco en vigilia,
el sueño oscuro
va anegando mi piel en el mutismo.

Visiones de metal en el silencio.

Una llovizna entre las ramas
de un sauce coronado por las nubes.

El tiempo pasa...

Las sombras se diluyen.


Ana Muela Sopeña

jueves, 17 de septiembre de 2009


UN BARCO

*
Una mujer envuelta en su nostalgia.
Su oscuridad no tiene límites.
La soledad la atrapa con sus redes.

Viene un barco.
Le hace señales con bengalas.
Cree que su naufragio ya se extingue...

Pero el barco prosigue travesía
y ahí sigue ella
esperando la mañana.


Ana Muela Sopeña

ESCUCHO

*
Escucho el eco
del silencio del este.
Vuela Pandora.


Ana Muela Sopeña

SÍLABAS

*
Árbol del mundo
en caminos de lirios.
Sílabas de ónix.


Ana Muela Sopeña

EN PAISAJES LLUVIOSOS

*
En paisajes lluviosos
y rutas ancestrales
un elfo solitario me hace señas.
Por su aspecto de gnomo

y su altivo carácter
entro una vez en mundos encriptados
por el azar de un ángel de la noche.

La bruma permanece
ensimismada siempre en sus ensueños
y logra que restaure mi alegría.
En paisajes amados

me dispongo a mirar su espejo cálido
y por un colibrí sé que me nombra.


Ana Muela Sopeña

miércoles, 16 de septiembre de 2009


ME LLEVAS AL UMBRAL

*
Me llevas al umbral de la alegría
te acerco al universo del inicio.
En geranios me nombras,
por una madrugada de caricias.
En el susurro suave,
desde tejados llenos de cigüeñas
hacia la irrealidad de tu añoranza,
destaco sal y arena entre las sombras.


Ana Muela Sopeña

PARECE QUE LA NIEBLA

*
Parece que la niebla me posee
de noche, entre la lluvia silenciosa,
por eso yo te escribo sin temor.
La belleza es un niño muy travieso
que ama el tiempo oscuro, sin clepsidras.
Hasta el lago en espejo de nenúfares
las nubes idolatran mi lujuria.
Amparo extraños sueños en mi piel,
para mi pacto libre con la vida.
Quisiera, si es posible, alguna vez
gozar desde tu abrazo en el mutismo,
custodiar el averno con tu apoyo,
mirar umbrales níveos de tu mano.
Pero si no es un ámbar mi utopía
y debo conformar una palabra
entre tu alma de luces y mi sombra
aceptaré la letra y huiré
al territorio mundo, onda del verso.


Ana Muela Sopeña

PÁJARO DE SUEÑO

*
Un pájaro de sueño me fascina,
me permite sentir que el mundo es mío
y me ofrece en sus plumas la utopía.


Ana Muela Sopeña

CALLES EN SU SUEÑO

*
Imágenes difusas...
Las calles en su sueño
dormitan como el mundo
me llaman desde el tiempo,
en relojes de arena.
Una luz desde el cielo
me viste de esperanza,
abriga el sentimiento
y sabe del amor.
La piel entre los hielos
escapa hacia otra estancia,
donde no existe el miedo
y todo es una aurora
que persigue a los vientos.
Las plazas de visiones
huyen de mi desvelo,
por aceras sin nombre
y espacios sin enredos.
Un crepúsculo suave
me sorprende con ecos
de belleza en conjuro
y suavidad de un velo.
La mañana perdida
se detiene un momento,
sobre el rocío blanco
del perfil de los huecos.
La tarde silenciosa
promueve los lamentos,
entre risas de niños
y tristezas de viejos.
La noche del enigma
susurra sus secretos
a los pájaros rojos
que habitan el misterio.


Ana Muela Sopeña

MI EBRIEDAD

*
Te entrego mi nostalgia de belleza,
me susurras palabras ancestrales
de nuevas emociones,
por grutas escondidas
en el ocaso triste de los dioses.

La vida nos enseña que el mensaje
es un tedioso método.
Del instinto profundo nuestra sangre
no puede acceder a nuestros versos.
El mundo se contrae entre palabras
y recuerda mi lúdico universo.
En la historiografía de los años
compruebo sin narcóticos tu áura.

La belleza es un pájaro errabundo

que pacta en lo materno su lenguaje
de espiga en la ebriedad de mis silencios.


Ana Muela Sopeña