*
No mido la distancia entre tus labios y mi boca,
porque todo es extraño en el silencio.
No compruebo el estado de la niebla
sobre estos pasos de agua.
He decidido ser como una oruga
y transformarme pronto en la crisálida
que contenta camine hacia la luz,
como una mariposa de lo eterno.
No calculo si el tiempo es adecuado,
tan sólo me deleito con palabras
ataviadas con seda y pedrería,
para poder anclar un sueño en sílabas.
No miro los relojes ni el barómetro,
no consulto el oráculo de Delfos.
Simplemente me muevo entre las lunas
y reconozco en pétalos-
de un asfodelo en el delirio,
como alucinación sobre las dunas-
mi origen estelar antiguo y cósmico.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Maravilloso y exquisito Ana, siempre me quedo prendida a las imágenes de tu poesía
Un abrazo
Stella
Gracias, amiga, por pasar y dejar tu huella.
Un abrazo grande
Ana
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