*
Descalza,
sobre la espuma nívea
de tu voz,
se derrite mi sombra en el silencio.
Desnuda,
a través de un crepúsculo de niebla,
el mundo se transforma en una lágrima.
Desprotegida,
en los acantilados
de las lobas
hacia los sueños huyo entre la luz.
Al amparo del tiempo presentido,
oculto entre los códigos de bruma
que en la cartografía de la rosa
habita en el secreto del espacio.
Al abrigo de tanto altar maldito
un infierno sagrado
me construye.
Y protegida siempre por las diosas
aguardo los latidos de tu mundo
con el ámbar dispuesto en el espejo.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Con fuerza y belleza como siempre tus versos se mecen en la elegancia
Un abrazo
Stella
Stella, gracias por pasar y dejar tu linda huella entre mis versos.
Un beso grande
Ana
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