*
El humo de tu voz me sobrecoge
y miro la ventana,
por si el hambre me inclina
a viajar en piragua hasta tu piel.
La esfera de mi mundo te seduce.
En la luz de mis ojos te reflejas,
como un lince jalando en las montañas
o un delfín juguetón en mar de jade.
A través de tu frío la ventisca
me lleva a ese relámpago escondido
detrás de nubes grises.
Mis recuerdos arcaicos,
en las elipses de tu herida,
por toboganes curan sangre y células.
Nostalgia de tus pájaros perdidos.
Ana Muela Sopeña
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Ana, no es la primera vez que visito tu blog, aunque no recuerdo si hubieron comentarios, por las prisas básicamente.
Agradezco tu visita y comentario; sin dilación paso a comentar...
Con pinceladas grisáceas y azuladas plasmas con acierto un sentimiento, desde la clara prespectiva que el presente proporciona. Tu decir es límpio, sereno, y claro.
No dejes de escribir, leerte es una gozada.
Besos.
Gracias, Tyrma. Me agrada mucho que me leas. También yo pasaré a leer tu blog.
El otro día te leí varios textos y me gustaron mucho.
Un abrazo grande
Ana
Publicar un comentario