*
Nadie,
en siluetas oscuras de la tarde
o cuando cruzo vías entre lluvia.
Nunca
debí permanecer ensimismada
con tus manos etéricas.
Nada,
en mi horizonte vago de recuerdos
con la luz mortecina del otoño.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Nadie, Nunca, y Nada; tres palabras muy rotundas cimiento de este bello poema.
Un beso.
Gracias, Tyrma. Me encanta verte por aquí.
Un beso
Ana
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