domingo, 18 de octubre de 2009

ORFANDAD EN LAS ACERAS

*
El territorio de la rosa
permite en acrobacias los extremos.

Por toboganes de silencio
mi vientre es en la noche
un animal de agua.

Tu luz ha ido a esconderse
al fondo del abismo, con las cuerdas.
En la sombra del hielo
una aguja señala un callejón.

Las rocas invisibles de tu herida
se mezclan con mi voz de las edades
y sonidos que vienen de otro tiempo.

Un desierto de sílabas
abraza mi orfandad en las aceras.


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

André Cruchaga dijo...

Fabuloso Ana, éste como toda tu poesía: condensada en palabras y sentimientos; rotunda...
"Un desierto de sílabas
abraza mi orfandad en las aceras" Me quedo con estos dos versos: síntesis acaso de soledad y angustia existencial. Abrazos.
André Cruchaga

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, André. Es una alegría que te guste este poema y mi poesía en general.

Un abrazo en la palabra
Ana Muela Sopeña