ANIMALES DE PODER I

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Lobos de barro triste en tu mirada, en la caligrafía de tu nombre,
crípticos mundos muestran sin el velo, envuelto en el silencio de la noche.
Libélulas sinuosas, sibaritas, que abrazan de la vida la respuesta
como si fuera un rádar desde el orbe de belleza infinita y adherida.
Delfines del misterio y la plegaria,
latidos de cristal, arena y lodo, seducidos por música del viento.
Ballenas defensoras de las claves, en magia de la espera primigenia,
cuando el aire es promesa del futuro. Osos desde el ritual de las edades,
medicina de chozas y de brisa, un tótem no alterado por el hombre.


Ana Muela Sopeña