jueves, 7 de enero de 2010

DE PRONTO

*
De pronto se encontró en la encrucijada
de niebla sumergida en el reverso
de las letras soñadas por la infancia.

Un mundo de ilusiones
emergió de la bruma,
con nieve en las laderas de los sueños
y miel entre las manos de la lluvia.

La soledad dolía
como hierro candente sobre piel
y deslizó sus dedos por atajos
que llevaban a un libro equivocado.

Un instante de azar, peligro y caos.

La oscuridad fue haciendo que una lágrima
se nutriera de sal de los océanos
y encendiese la luz de los abismos
con el humo usurpado a los presagios.

Una luna creciente se hizo llena
y el sonido del alba en los cristales
tintineó mi nombre en el silencio.


Ana Muela Sopeña

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