*
Te gusta ver el cielo en zigurat
enamorado siempre de la nieve.
A veces me recuerdas a una rosa
murmurando las sílabas del álbum
o dibujando líneas hasta el vértigo.
Me gusta estar en tierra con Mirzam
entre árboles dormidos en su nube.
Amanece en estrellas de la gruta
mimada con las letras de un tam tam.
Ahora me recuerdas la cigüeña
sin destino final sobre tejados.
No queremos perder nuestro vaivén
ondeando en la cima del secreto,
silbando con susurros de serpientes.
Atardece en el campo de la vida
muriendo sobre el trigo en Alnilam,
al tiempo que las horas de una barca
mitifican relojes de zauram,
osados con un búho en laberinto
sumando la verdad entre las calles.
Ana Muela Sopeña
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
8 comentarios:
Magníficos versos que me harán volver. Gracias. Un abrazo.
Conocía estos versos y este dificil trabajo tan bien resuelto; pero aquí luce en todo su esplendor. Enhorabuena.
Salud.
Gracias, Kuban, por leerme y dejar tu huella entre mis versos.
Un abrazo
Ana
Julio, este poema es otro. Anteriormente habrás leído otro acróstico doble parecido, pero no éste ya que lo acabo de escribir.
Un beso agradecido
Ana
No me había percatado del tema y pensé en el mismo. Hacer dos veces lo imposible es mérito que te honra, Ana.
Salud.
Bueno, Julio, no es imposible. También tú podrías hacerlo si te lo propones. Sólo es un acróstico doble.
De todos modos gracias...
Un beso
Ana
Tiempo ha que te leo en silencio, pero hoy no quiero hacerlo.
Me impresiona este poema y comprendo la dificultad que encierra al añadir esas frases que hilas con las letras iniciales y las finales.
Gracias, Ana
Un beso
Ío
Gracias, Ío, es una alegría que me leas y más todavía que me dejes unas palabras.
Un besito
Ana
Publicar un comentario