*
En cautivero esperas el destino,
bajo la luna cruel
que apátrida te mira desde el aire.
La bruma se dispersa entre las ramas
al tiempo que divisas horizontes,
con estrellas azules.
El instinto de niebla
se deja capturar sobre los árboles
que lloran la partida del invierno.
La belleza de un tren en lejanía
te hace recordar
un reino develado de palabras.
No olvidas que las horas van pasando
a través de cristales de obsidiana,
en un cofre de viento.
En tu gruta de escarcha
los sueños se convierten en la piedra
que arcaica se diluye en el silencio.
Ana Muela Sopeña
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4 comentarios:
Los sueños se convierten en la piedra que diluye el silencio. Me gustan tus versos.
un saludo cordial
Gracias por dejar tu huella entre mis versos.
Un abrazo
Ana
Un poema, delicado y abierto a la esperanza, a pesar del silencio.
Un cariñoso abrazo.
Gracias, Perfecto, por tus bellas palabras.
Un abrazo de luz
Ana
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