*
En guaridas contengo mis recuerdos
con lobos que me ofrecen su amistad
en la licantropía de los sueños,
bajo la bruma suave del poniente.
El aire del invierno me sonríe
con la belleza dúctil de la escarcha,
entre vampiros híbridos, sin mundo,
con escenas muy frías de ebriedad.
Los caminos se cruzan
y yo veo eremitas en sus cuevas,
mientras me hago un estambre de la diosa.
El alba me sorprende,
voy saliendo de sombras y naufragios
al tiempo que la luz me inspira en humo.
Ana Muela Sopeña
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