martes, 12 de enero de 2010

LUNA EN EL HIELO

*
Una luna en el hielo
con frío de belleza subterránea,
en el instinto azul de la palabra,
nos enlaza en la noche del enigma.

El fractal de la rosa
escondido en el hueco de tu luz,
con mis manos de lluvia se delata.

Me quedo sumergida en ese puente
de lejanía absurda y surreal.

El humo de la vida
es un intento cauto de velar
ese conjuro amable
y el mito de un perfume delicado.

El vientre de la diosa
atrapa mi piel ávida de ti,
con extrañeza y tiempo de silencio.

Un teurgo nos calma
con su magia divina del crepúsculo
en la montaña oculta
y en el libro sagrado de saturno.

Un búho nos contempla
desde su mundo antiguo
y el agua primitiva del refugio
se derrama en espejos de penumbra.

El fuego primigenio de tus dedos
permite que los hilos nos reúnan.


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

Unknown dijo...

"Un teurgo nos calma
con su magia divina del crepúsculo
en la montaña oculta
y en el libro sagrado de saturno"


Además de encantarme el sonido de su nombre, los teúrgos (creo que se escribe así), me sugieren un estadio más allá de la magia, como algo no descrito en los arcanos, y a medias entre lo humano y lo divino, como un duende versátil de un hombre-eternidad.

Gracias por enseñar, meiga.

El fuego primigenio de tus dedos
permite que los hilos nos reúnan... (Bufff!)

Un beso
Manuel

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Manuel, por tus palabras tan amables.

Un abrazo fuerte
Ana