*
La soledad va lloviendo
lunas errantes
en mi alma ávida de ti.
Te recuerdo
con tus ojos de agua,
más allá de la vida y de la muerte,
en el vendaval del tiempo.
Sube la marea
en un instante feliz,
baja la marea
en el resorte que mueve el caos del mundo.
Te miro,
me miras,
nos miramos
y un relámpago azul nos ilumina.
Ana Muela Sopeña
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
El poema ejerce de memoria, de fotografía de esos paisajes internos...
Un abrazo
Marian
Este es un poema magistral. Ese fogonazo azul hace estallar todos los universos, "mas allá de la vida y de la muerte".
Realmente, me siento conmovido. Gracias por ello.
Un fuerte abrazo, amiga mia.
Marian, es alegre encontrarte en medio de este relámpago y palabras...
Un beso grande
Ana
Gracias, Perfecto, es un honor que te haya gustado.
Besitos
Ana
Publicar un comentario