SANACIÓN ESTELAR DEL ADN

*
Las dimensiones saltan
sobre esas grietas llenas de pasión,
bajo la piel del centro más atávico.

La Adenina se llena de la tierra,
encuentra
la medida
de las cosas,
con árboles de fuego
que añoran los crepúsculos del tiempo
y escapan de naufragios por deseos genuinos.

La Timina se integra con el aire,
allí sabe de mundos imposibles,
de idiomas, jeroglíficos y signos.
Va danzando sin horas,
a través de los días y los meses.
Se completa con letras y vocales
y emite los sonidos de los astros
con música de esferas.

La Citosina busca
el fuego de asteroides,
la belleza de un reino constelado
entre galaxias número
y nebulosas ebrias de latidos ocultos.

La Guanina se enreda con el agua
que purifica todo lo que toca.
Nuestras células aman transparencia
y persiguen océanos galácticos.
La Guanina no sabe de temores,
escapa de ese pánico ancestral
que paraliza todo.

Nuestro Adn sabe
que todos los problemas del ahora
mañana pueden ser un trampolín,
para hacer esos cambios necesarios
en nuestra vida amante del Aleph.


Ana Muela Sopeña