*
Un eclipse de sol con la luna danzando,
en el sonido de tu voz
y un ave sumergida en el silencio.
Un pájaro de lluvia
en el invierno busca la belleza.
En la sal del abismo
se ocultan las luciérnagas.
El pulso de tu cuerpo me recibe brumoso
en una ensoñación del infinito.
Me duermo entre tus brazos
y mi herida se cierra lentamente,
mientras mi piel traslúcida te anuncia sin nostalgia
mi nacimiento etéreo de vestal.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Preciosa ensoñación. Bellisimo, Ana.
Besos.
Me encanta que el poema te haya gustado.
Un beso, poeta
Ana
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