*
La mirada hacia dentro
entre todos los lobos y chacales
que juzgan la conducta inexistente.
El instinto de fuego que persiste
en una situación de indefensión.
Un muro de silencio
atravesando el mundo de la herida.
La mirada hacia fuera,
para sobrevivir ante el desastre
y renacer de nuevo desde cero.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Hoy, tu poema me sugiere otro poema, éste, de otro grandisimo poeta: Angel Gonzalez
"Ante los ojos de los muertos
abiertos sólo para la eternidad,
el topo,
horadando su túnel tercamente,
pasó agil y veloz como una golondrina"
Un abrazo, Ana.
Gracias, Perfecto, por venir y traer ese poema de Ángel González.
Un abrazo
Ana
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