lunes, 5 de abril de 2010

CADA ETAPA

*
En la infancia las horas son de juego,
después vivimos siempre un gran amor
que desemboca pronto en el dolor
con una sensación densa de ruego.

El carácter se forja con el fuego,
escapando sin tregua del temor
y persiguiendo en vano nuestra flor
que más tarde encontramos como espliego.

Prosigue la locura de la vida
que nos permite ser fuera del hambre
y transformar la noche en dulce lirio.

Pensamos cada etapa, cual partida,
en lucha furibunda contra enjambre
de visiones terribles en delirio.


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

Rosa Iglesias dijo...

Ana, espectacular soneto
Bellísimas rimas, muy bueno, mucho
Me encantó leerlo contigo

Un abrazo poeta

Te quiero muchísimo

Rosa

Ana Muela Sopeña dijo...

Rosa, me encanta verte entre mis versos.

Un beso, amiga
Ana