*
El mundo se despierta
a la intuición de la belleza
y cede los temores a la bruma con sonidos de sílabas.
Los fonemas sagrados aguardan esos códigos antiguos
que los acerquen al enigma con el cáliz del sueño.
Un ritual en la sombra comienza la apertura
a la luz de la sangre que vive en las raíces de la piel.
Las vocales divinas nos recuerdan a dioses
que buscan los secretos en lo arcano.
Las consonantes con sus símbolos esperan la canción de la galaxia
en un reloj de agua.
Las letras de los cofres parecen jeroglíficos de plata.
Ana Muela Sopeña
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Un poema pleno de musicalidad
Un ritmo que te deja llevar la voz placidamente a través del verso
Me encantó
Bellísimo
Un abrazo y buenas noches poeta
Rosa
Rosa, siempre es un placer verte entremezclándote con mis palabras.
Un besito, amiga
Ana
Publicar un comentario