viernes, 30 de abril de 2010

INVISIBLE LA MANO QUE GOLPEA

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A Víktor Gómez, a propósito de su poemario "Los barrios invisibles"

Invisible la mano que golpea
en nuestro centro suave de memoria,
donde no existe
un punto equidistante
con la justicia
de la historia.

Inexistente el ruido de los sauces
en los ojos de un niño en su orfandad.

Los nadies se presentan por las calles
para vengar la infamia de las horas.

Espirales sin título ni nombre
nos obligan a ser algo más cautos
con la mirada al exterior.


Ana Muela Sopeña


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Para leer el poemario de Víktor Gómez "Los barrios invisibles"
haz click aquí:

http://www.nodo50.org/mlrs/Biblioteca/gomez/barrios.pdf

4 comentarios:

Víktor Gómez Valentinos dijo...

querida Ana, recojo este regalo y lo guardo en el corazón, en deuda de gratitud, con un calor fraterno y esa innegociable afinidad que nos permite un diálogo más allá de lo convencional.

A los machacados y a los ninguneados de los barrios invisibilizados, a ellos
que nos enseñan la razón
de una trinchera, el valor
de la resistencia, la verdad suficiente. A ellos que nos
reunen, el don de la insurrección.


un abrazo va,
un beso quede,

tu Víktor

Ana Muela Sopeña dijo...

Víktor, que estos versos sirvan para dar a conocer tu poemario, tan interesante, entre los lectores de este blog.

Un abrazo fraterno
Ana

Isabel Guevara dijo...

Querida Ana, siempre repito que si un poder extraordinario tiene la poesía no es otro que su poder de convocatoria y lo consigo aquí en tu blog. Leo el que le dedicas a Viktor a propósito de su libro y quedo ensimismada. En él aunque la denuncia es la médula del poema, la suavidad y la firmeza están presentes. Tienes un toque exquisito para el poemar y yo lo admiro. Luego tuve el impulso de ir al link que dejas para seguir su poemario y me dije no, Isa… !Organízate!… y decido continuar leyéndote. Es un obsequio que me estoy haciendo, luego de una ardua semana de trabajo y estudio en la siempre agitada Londinium. En efecto, me regalo este solaz de pasearme por las calles de tu geografía poética y la recompensa es inconmensurable.
De tu blog no sale uno con los bolsillos del alma vacios. Gracias. Abrazo grande, Isa

Ana Muela Sopeña dijo...

Isa, la poesía es un arte para leer despacio, no es como la novela o el cuento. Poco a poco, los versos nos abren la mirada perdida de la infancia, la capacidad de la contemplación, la ilusión renovada por el sentimiento puro, la denuncia desnuda de lo que nos gusta, y tantas cosas....

Gracias por pasearte por este laberinto. Si te sirve para relajarte y disfrutar me quedo contenta.

Cuando tengas un poco de tiempo te sugiero pasar por el poemario de Víktor Gómez: Los barrios invisibles. Un poemario reflexivo, novedoso, profundo. Sumamente interesante que no te dejará indiferente.

Y sumergirte en su lectura sin prisa. Uno o dos poemas y otro día otro poema, y así...hasta completar su lectura. La lectura de poesía jamás debe ser apresurada. Porque no vamos al discurso sino al proceso. Porque la palabra poética no tiene como objetivo únicamente comunicarnos un mensaje sino abrirnos las puertas de la percepción.

Un abrazo
Ana