domingo, 25 de abril de 2010

NIDO

*
Sombra del mundo
en el abismo estrecho de las horas,
mientras contemplo gotas
en los cristales.

Los sonidos se abren
a la melancolía de la Tierra
y esbozan en su herida
la curación antigua y primigenia.

Las voces ancestrales
de aquéllos que se fueron
se mezclan con los ruidos de las calles
y la música suave
del silencio.

En la respiración habita el nido
del punto del origen
que en vórtices de luz
activa en universos paralelos
los códigos del cambio.


Ana Muela Sopeña

5 comentarios:

María G. Romero. dijo...

Maravilloso Ana!...Con la delicadeza y la elegancia de tu pluma, con la maestria de un consumado director de orquesta, has ejecutado un canto excepcional, pleno de imágenes poéticas que nos transportan al universo mágico de tu vórtice.
FELICIDADES!!.........
Abrazos.
María.

María G. Romero. dijo...

La Bendición de Gaia.
Cuna de caracolas,
música en sus oídos,
armonía, belleza
en la casa, en el aire;

y un paisaje creado
por Dios, para su alma.

Ella calla y observa
con dulce complacencia:
-El augur de los cielos
le ha mostrado su carta-
sabe que todo es
adorno de sí misma.

FELICIDADES!!
Buen día, querida amiga, mi humilde regalo!!
María.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, María por pasar y dejarme tus preciosas palabras.

Tu poema:
Maravilloso, amiga.

Te lo agradezco en el alma.

Un beso enorme
Ana

Jose Zúñiga dijo...

Es un bello poema, tan equilibrado, con esa perfecta articulación de palabra, ritmo y pensamiento. Me gustó.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, José, por tus palabras.

Un abrazo
Ana